domingo, 19 de junio de 2011

Pals


Sí amiguitos, la mecanización ha llegado a sitios insospechados. Si uno puede comprarse un Aquarius, un Durex o un Marlboro en los sitios más insospechados, ¿por qué no comprarse unas velitas con fines religiosos? Aquí lo tenemos piltrafillas, ni más ni menos que un dispensador de cirios, instantánea tomada en el interior –concretamente junto al confesionario de la izquierda- de la iglesia de Pals, un precioso pueblecito medieval de la comarca gerundense del Baix Empordà que no debéis perderos si visitáis la Costa Brava.

2 comentarios:

Lai dijo...

Cualquier día de estos nos vende el certificado para una salvación eterna en una de esas maqui_colas...

nexus6 dijo...

¡Espectacular!