Piltrafillas, otro momento nostálgico. La verdad es que no tenía un interés especial en verla pero con mi hija en casa, esta era una de las películas que tenía a mano y que podía ser visionada por los dos sin que me acusasen de corromper mentes infantiles. En 1972, un comando compuesto por cuatro de los mejores hombres del ejército americano fueron encarcelados por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en que se encontraban recluidos. Hoy, buscados todavía por el gobierno, sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted algún problema y se los encuentra, quizá pueda contratarlos. Ellos eran el Equipo A, o al menos eso era lo que decía la voz en off en todos los capítulos que –reposición tras reposición- han emitido durante décadas distintos canales de televisión españoles. Y esa ha sido precisamente la cinta que vi con mi hija una mañana de estas y de la que ahora os voy a hablar. En plena guerra de Irak, la ex-novia de Face –Fénix en la versión española- es un capitán encargado de recuperar unas planchas para fabricar dólares que los insurgentes han escondido en Bagdad. Sin embargo, un general con la ayuda de un agente de la CIA permiten que Hannibal Smith y su equipo se encarguen de recuperarlas, pasando por delante de las órdenes de la capitan Sosa y de los hombres armados de Blackforest –en clara alusión a Blackwater-, quienes también andan detrás de las planchas. Pero cuando el equipo regresa habiendo cumplido su misión con éxito, el general fallece y los hombres de Blackforest desaparecen con las planchas. Para el Departamento de Defensa, los hombres de Hannibal son culpables de colaborar con traidores por lo que son encarcelados y expulsados del ejército y la capitán es degradada a teniente al ser indirectamente responsable del fallo en su misión. Sin embargo, meses después, la CIA ayudará a Hannibal a escapar y reunir su equipo de nuevo con el fin de que encuentren a los hombres de Blackforest. Claro que las cosas –como era de esperar- no son lo que parecen, y además Hannibal y sus hombres tendrán continuamente a la teniente –una Jessica Biel que con los años está perdiendo frescura- siguiéndoles la pista de muy cerca.
¿Qué queréis que os diga amiguitos?, Quinton Jackson no tiene ni el carisma ni la mala leche de Mister T ni Bradley Cooper le llega a la suela del zapato a Dirk Benedict. Ah, y por supuesto, Dwight Schultz –mi favorito del elenco de la serie- le da cien mil vueltas al patético Sharlto Copley como el loco Murdock. Eso sí, debo admitir que quien se lleva el mérito en esta payasada es Liam Neeson, el único que realiza –en mi opinión- una gran interpretación intentando darle un toque de verosimilitud y credibilidad a un personaje del todo increíble. En la serie de televisión había disparos, explosiones, pero nadie moría, nunca. Las balas se incrustaban en los coches, en las paredes, en el suelo, los automóviles saltaban por los aires... pero al poco veíamos como sus ocupantes salían del interior algo magullados y con cara de haberse mareado. Nada más. Y es que el Equipo A era un inofenivo telefilme familiar. Es de agradecer que –al menos en ese aspecto- la película ha seguido con el espíritu original, aunque se echa en falta la vertiente del Equipo A como mercenarios al servicio del débil –verdadera característica de la serie- ya que la película se centra en la propia guerra librada por el grupo en su afán por recuperar el honor. Persecuciones aéreas, disparos, acción espectacular a medias –todo hay que decirlo- y nada más, una moderadamente distraída cinta palomitera familiar que es puro fuego de artificio. Olvidable y sólo recomendada a nostálgicos que quieran constatar que la cutre serie de televisión era –con sus carencias- mucho mejor que esta actualización. Para este viaje no hacían falta alforjas.
¿Qué queréis que os diga amiguitos?, Quinton Jackson no tiene ni el carisma ni la mala leche de Mister T ni Bradley Cooper le llega a la suela del zapato a Dirk Benedict. Ah, y por supuesto, Dwight Schultz –mi favorito del elenco de la serie- le da cien mil vueltas al patético Sharlto Copley como el loco Murdock. Eso sí, debo admitir que quien se lleva el mérito en esta payasada es Liam Neeson, el único que realiza –en mi opinión- una gran interpretación intentando darle un toque de verosimilitud y credibilidad a un personaje del todo increíble. En la serie de televisión había disparos, explosiones, pero nadie moría, nunca. Las balas se incrustaban en los coches, en las paredes, en el suelo, los automóviles saltaban por los aires... pero al poco veíamos como sus ocupantes salían del interior algo magullados y con cara de haberse mareado. Nada más. Y es que el Equipo A era un inofenivo telefilme familiar. Es de agradecer que –al menos en ese aspecto- la película ha seguido con el espíritu original, aunque se echa en falta la vertiente del Equipo A como mercenarios al servicio del débil –verdadera característica de la serie- ya que la película se centra en la propia guerra librada por el grupo en su afán por recuperar el honor. Persecuciones aéreas, disparos, acción espectacular a medias –todo hay que decirlo- y nada más, una moderadamente distraída cinta palomitera familiar que es puro fuego de artificio. Olvidable y sólo recomendada a nostálgicos que quieran constatar que la cutre serie de televisión era –con sus carencias- mucho mejor que esta actualización. Para este viaje no hacían falta alforjas.
1 comentario:
Ya te digo!
Los planes no han salido bien!
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rip
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