Piltrafillas, no me negaréis que el milanés Paolo Schmidlin es un rato provocador. Alguien dijo una vez que lo importante era que hablasen de uno, ...aunque fuese bien. Sin duda Paolo sigue esta máxima, pero discrepo ante los que le atacan diciendo que tras el humo no hay ningún mérito artístico. Obviando si es procedente presentar a Josef Ratzinger travestido o a Elizabett II como reina del porno, creo que como escultor híperrealista y generador de emociones -¿no es eso el arte?- es merecedor de reconocimiento.
lunes, 1 de noviembre de 2010
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3 comentarios:
Dónde pone humo debería poner humor??
Desde luego el tío le echa guevos...y además es bueno.
No, los que le critican dicen que su obra es una cortina de humo que cuando se evapora deja ver la total ausencia de mensaje y talento. Ya le digo, para nada estoy de acuerdo con ello. Y sí, opino como usted, tiene mucho humor el tipo.
¡Ya te digo!
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