Puto país de lerdos y paletos que hemos elevado a la categoría de fenómeno social –además de engordar su cuenta corriente- a un icono de la ordinariez sin oficio ni beneficio que, además, se vanagloria de ello. La princesa del pueblo dicen, no piltrafillas no, la reina de las garrulas. Ahora bien... dame pan y dime tonta. Ya está ya lo he dicho.
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2 comentarios:
sus palabras, las hago mias.
salu2
Las comparto encantado.
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