Amiguitos, hoy me he dado un capricho y he visto Onechanbara, una película basada en un videojuego de zombies. Las protagonistas son Aya, Reiko y una tercera joven llamada Saki, las tres grandes luchadoras.
A la primera nos la encontramos enfundada en un poncho y tocada por un sombrero, tan callada e inexpresiva que parecería que estamos viendo al Clint Eastwood de Por un puñado de dólares si no fuese porque la chica porta katana en lugar de colt y va vestida con un bikini. La segunda es motorista, viste de cuero negro y maneja la escopeta recortada como si hubiese nacido con una agarrada a su mano. Cuando llevamos más de media hora de película vemos que aún no ha aparecido la luz del sol –es decir, tomas oscuras, lo mejor para disimular carencias- y que el maquillaje y los efectos especiales son de pena. De la calidad de los actores mejor ni hablar.
Después de varios zombies muertos y diversos bostezos por mi parte, aprece la tercera en discordia, una chica que viste uniforme de colegiala –ya sabéis, faldita corta y calcetines largos- y también utiliza la espada magistralmente, aunque –como Darth Vader- se ha pasado al lado oscuro. Pero, ¿de qué va la película? Ni idea amiguitos. Dejando al margen que –como casi siempre me ocurre con este tipo de cintas- la he visto en versión original, el argumento es casi ausente. En fin, lo cierto es que tengo debilidad por las cintas frikis... pero esta no os la puedo recomendar ni como divertimento palomitero. Leí alguna crítica que decía que era violenta y dinámica. Hay que ser memo.
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