Advertencia: Esta entrada no es apta para menores (tampoco para cardíacos; y menos aún para espíritus pudorosos o recatados).
Desde épocas medievales, fijaos si os digo, la realeza ha estado expuesta a los más mordaces e hirientes escarnios, en la mayoría de los casos con razón fundamentada. La literatura ha sido generosa en este sentido. A ver. Pero han sido sobre todo los Borbones quienes han recibido los mayores puyazos (os acordaréis de aquella canción de Los Nikis: “Con los Austrias y con los Borbones / perdimos nuestras posesiones”; po ezo). Y no creo que la cosa remita: ahí tenemos a los consortes ayudando para que esto no ocurra; primero fue Marichalar y ahora Urdangarín. Cada uno a su modo. ¡Y quién no recuerda esa imagen de El Jueves censurada de doña Leticia en postura tomante y Felipe ¡por fin! "trabajando" (me remito al texto de los bocadillos).
Desde épocas medievales, fijaos si os digo, la realeza ha estado expuesta a los más mordaces e hirientes escarnios, en la mayoría de los casos con razón fundamentada. La literatura ha sido generosa en este sentido. A ver. Pero han sido sobre todo los Borbones quienes han recibido los mayores puyazos (os acordaréis de aquella canción de Los Nikis: “Con los Austrias y con los Borbones / perdimos nuestras posesiones”; po ezo). Y no creo que la cosa remita: ahí tenemos a los consortes ayudando para que esto no ocurra; primero fue Marichalar y ahora Urdangarín. Cada uno a su modo. ¡Y quién no recuerda esa imagen de El Jueves censurada de doña Leticia en postura tomante y Felipe ¡por fin! "trabajando" (me remito al texto de los bocadillos).
Pero hay un libro profusamente ilustrado (como suele decirse), facturado en el siglo XIX, que se lleva la palma. No es otro que Los Borbones en pelota. Un trabajo realizado al alimón por los hermanos Bécquer. Sí, uno, ese romántico post, que nos erizó el vello en la adolescencia con sus Rimas, pero también gran visitador de burdeles y, ya veréis, con una vena satírico-porno de lo más pedestre y burdo. El otro, su hermano Valeriano, que se ocupó de la parte más importante de la edición, es decir, de los dibujos del álbum. Quien no lo conozca flipará en colores como yo lo hice en su día. Se lo pasaron en grande los hermanitos; de esto no me cabe la menor duda.
Se trata de 89 acuarelas que ponen en solfa a toda la corte de Isabel II, dada a la lujuria, siendo la misma reina la mayor implicada en este oscuro asunto de pornografía, sodomía, bestialismo, etc., etc. El consorte, pobrecillo, sufría en soledad el peso de su cornucopia.
Repasemos algunas de ellas para comprobar todo esto. Observad cada detalle, que no tienen desperdicio. Y disfrutad como enanos, porque sospecho que os gustarán. Estamos hechos de esa fibra.
© Ángel Carrasco Sotos
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