Piltrafillas, podría ser cáustico y mostraros alguna de las recientes instantáneas tomadas a la pobre Amy, pero supongo que no hace falta. En el fondo no es más que otra chica de veintitantos años a la que el abuso de las drogas y el alcohol -mezclado con una personalidad autodestructiva- se ha llevado de este mundo. Por desgracia, su desaparición era una noticia anunciada desde hacía tiempo, pero eso no quita que –sin ser un seguidor de su carrera y aunque haya abominado de su imagen, comportamiento y el mal ejemplo entre la juventud que artistas de masas como ella suponen- hoy me entristezca que una chica con padres, hermanos y amigos que lloran su ausencia, que en un tiempo creía en reyes magos y hadas y que en el fondo no ha hecho daño a nadie más que a ella misma sea hoy historia. Por eso, aunque ya os he dicho que musicalmente me importaba una mierda y lo más normal viniendo de mi sería que adjuntase alguna imagen cargada de patetismo, os muestro un retrato en el que incluso me parece atractiva.
Total amiguitos, que entre esto y los asesinatos de ayer en Oslo y sus alrededores, mejor dedicarme a publicar entradas más alegres.
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