Heme aquí, un año más tarde, esperando nervioso la asamblea de mañana y aunque por lo menos esta vez no he tenido que preparar y supervisar un proceso de elecciones para renovar los órganos de gobierno, tras veinte años en la empresa –los cumplo el mes que viene- sigo acusando el estrés cada vez que se acerca la reunión anual de marras. Desde la incierta presentación del plan estratégico del año pasado hasta hoy han habido cambios, en particular tres despidos más que se han venido a sumar a los antiguos y la llegada de un Director General que –al menos de momento- parece que cuenta conmigo. Un año más salvándome de la quema piltrafillas, aunque el futuro sigue siendo incierto a tenor de los movimientos que se están generando a nuestro alrededor. Lo dicho, que mañana toca levantarse temprano y luchar por que todo salga según lo previsto, es decir, como una seda. Y parte de esa responsabilidad recae en mi. Casi nada.
viernes, 18 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Pues nada, que la fuerza le acompañe. Y si algun gili se le queja, le toma la dirección y mis primos sicilianos lo visitan. :-P
Gracias replicante, se nota que no es usted un robot cualquiera.
El 15 de septiembre, del presente, haré 20 años en mi empresa.
Tronco, que tengas un gran día. Tú puedes.
Salu2 amigo.
Pd: me gusta el hombre raíces
Pd: ¡eso, eso y que parezca un accidente!
A por ellos!!!!
Paciencia y mentalidad rock'n'roll. Ese es el secreto para soportar este tipo de reuniones tensas.
Saludos
Lo malo es que mi mentalidad rock'n'roll ha estado a punto de enfrentarme con mis jefes en varias ocasiones.
De hecho, un par de veces he tenido que disculparme por no callar la boca a tiempo. Y es que no sé disimular... En fin, espero que el lunes se hayan olvidado.
hostias!
Que peligro tienes!
Sobre todo para mi mismo. Irreflexivo que es uno. Ya me lo dice mi mujer, que tengo un pronto mu malo.
llego tarde?? enhorabuena !
Por el momento, mantengo una etapa de equilibrio y boca cerrada.
A veces, doy ideas, eso si encapsuladas en membranas inteligibles, por aquello de que aun no aprendí a mantenerme en silencio al ver la idiotez con que los dominantes operan.
Porque en esto mío, una idea da dinero o no, lo malo del resultado es que si sale mal, la culpa es tuya y recibes oprobio acompañado de presión con desdén a amén de otras lindezas.
¡Hay amigo! Si sale bien, ya lo sabían y molesta tu presencia que les desdice…
Entiendo a su mujer, quizás, sea porque la mía me critica de igual forma.
Publicar un comentario