domingo, 13 de febrero de 2011

Laid to rest









La siguiente cinta que he visto es una del género slasher muy pero que muy gore -bueno, quizás no tanto- titulada Laid to rest, una película del 2009 de la que ya se encuentra en fase de postproducción una secuela. Y si en el pasado teníamos a psicópatas históricos de la talla de Jason, Freddy, Mike o Leatherface, esta cinta presenta en sociedad a otro degenerado, Chrome Skull, un asesino implacable, un puto carnicero inhumano que lleva una máscara de calavera, no habla –aunque a veces se comunica con sus víctimas con un teléfono móvil, bienvenidos al siglo XXI-, tiene un machete dentado enorme y rueda en vídeo sus fechorías con una cámara que lleva –como Marco a su mono Amedio- montada en el hombro. La historia comienza con la aparición de una joven morena –impresionante volumen pectoral amiguitos- que despierta metida en un ataúd. Cuando logra salir ve que está en una especie de morgue pero no encuentra la salida. Entonces un anciano la ve a través del ventanuco de una puerta y está a punto de sacarla de allí, pero justo entonces aparece alguien a su espalda y se carga al viejo. Sin embargo, la chica consigue huir y llegar hasta la carretera en donde es recogida amnésica y en estado de shock por un conductor que la lleva a casa.




A partir de ahí, Laid to rest es el relato de como Chrome Skull, el asesino protagonista de la cámara, el cuchillo y la máscara, se dedica a perseguirla, sembrando la muerte allá por donde pasa a base de cadáveres mutilados, cabezas seccionadas, mucho sufrimiento, evisceraciones, cráneos reventados y litros de sangre. Para los que disfrutamos con este tipo de cosas, Laid to rest es –en mi opinión- una película menor aunque de cierta calidad, con un argumento poco original y personajes poco definidos que sin embargo –gracias a los efecto especiales de maquillaje- no está exenta de interés. Palomitera diversión gore para una tarde de sábado.

1 comentario:

Lai dijo...

no me va mucho el gore, al final las palomitas me saben a hierro.