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Y ahora le toca a Miquel Bosch, pintor menorquín que inició su carrera como... karateka, disciplina a la que se dedicó durante veinte años llegando a ser entrenador nacional. Casualmente un día conoció en el gimnasio a un pintor con el que entabló amistad y que le animó a asistir a clases. Estudiante en Ciutadella durante siete años, en la actualidad posee diversos galardones y ha sido seleccionado para concursos tan importantes como el BMW de hace unos años.
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