Y este es Christian Faur, artista norteamericano formado entre California y Ohio que acabó especializándose en pintura, escultura y nuevos medios de expresión artística y que en la actualidad –después de dedicarse incluso a la docencia de las matemáticas en una escuela de educación secundaria y trabajar de diseñador gráfico freelance- colabora con el departamento de tecnología aplicada al arte en la Universidad de Denison. Como pintor, la verdad es que su estilo no me atrae en absoluto, me parece -en mi humilde y poo válida opinión- que tiene poco talento para el dibujo. Sin embargo, si hay algo que caracteriza la obra reciente de Christian –y que sí me llama la atención- es la construcción de retratos y paisajes utilizando ceras de colores, aunque no para pintar. Lo que Faur hace es rellenar cajas con lápices para que vistos de frente cada uno funcione para la vista como un píxel y acabe creando, cual mosaico de ceras, una imagen que el cerebro reconoce y tiene apariencia de gran realismo. En el fondo es otra de esas ideas tan simples que lo genial es que a nadie se le hubiese ocurrido antes.
miércoles, 7 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Curiosa forma de utilizar los lápices!!
¿A que sí?, original es.
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