Bueno, pues ya he visto la esperada Quantum of solace. La trama se sitúa inmediatamente después del final de Casino Royale, pero –aunque es mejor afrontar esta secuela con la visión de su predecesora reciente en la memoria- tampoco es imprescindible saber de qué iba aquella. Sea como sea, tanto si lo recordamos como si no, en el guión ya se nos explica que Bond fue traicionado por su amada Vesper al ser ésta chantajeada por Quantum, una peligrosa organización con agentes infiltrados en los servicios secreto de los principales países. En Quantum of solace, además de tener a Bond persiguiendo incansable al villano de turno –en esta ocasión un tal Dominic Greene, quien ayuda a un general a dar un golpe de estado en Bolivia a cambio de la concesión de un terreno en apariencia yermo pero que le puede proporcionar mucho poder-, debe luchar contra sus jefes –que desconfían de su valía como agente “doble cero”- y contra sus propios sentimientos de venganza hacia quienes provocaron la muerte de Vesper. En el camino será ayudado por Camille, una joven que también busca venganza.
Debo deciros que la cinta me ha gustado mucho. Es distraída, tiene acción, tiroteos, peleas y persecuciones, a ratos es violenta pero también elegante, sofisticada... lo que cualquiera esperaría de una nueva entrega de las peripecias de este agente al servicio de Su Majestad. Comienzo a pensar que el chulesco Daniel Craig es mejor elección para este personaje que lo que muchos recelábamos cuando Brosnan anunció que lo dejaba.
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