Sí amiguitos, este año se han cumplido 41 –además del nacimiento de este que os escribe- del estreno de LAS QUE TIENEN QUE SERVIR, película de José María Forqué –director español que, además, consta en letras de oro en mi particular Hall of Fame maldito por haber sido el padre de Verónica Forqué, la acriz española que dobló/destrozó exasperantemente el papel de Shelley Duvall en EL RESPLANDOR de Kubrick- que hoy en día no nos provoca gran cosa, a no ser una extraña sensación de vergüenza ajena, pero que en la época fue un éxito y contó con las “estrellas” españolas del momento.
En el film se explicaba la historia de Juana y Francisca, unas criadas de un matrimonio norteamericano que vive en un chalet de Madrid y que gozaban de mucha más libertad y adelantos técnicos que sus compañeras de servicio en otras casas. La trama –profunda y complicada como puede advertirse- se completa con las desventuras sentimentales de Juana, que tiene un novio vago que no quiere dar un palo al agua, ya que cuando estaba en Alemania le obligaban a hacerlo sin descanso. Mientras, la tal Francisca bebe los vientos por un huevero. En fin, quizás los muy observadores hayáis advertido que el cartel original no es el que adjunto. Digamos que la foto no se veía muy bien y, esto, me he permitido alterarla un poco. Sabréis perdonarme.
1 comentario:
Disculpado queda caballero...
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