Piltrafillas, por fin he visto JSA -la cinta que dirigió en el año 2000 el aclamado Park Chan-Wook antes de su trilogía de la venganza-, una película que además de los premios e inmejorables críticas cosechadas en festivales de Corea del Sur y el resto del mundo se caracteriza por ser la más taquillera de la historia de su país. Y es que el tema, amiguitos, es de los que afecta al subconsciente de toda una nación. El argumento nos cuenta que en la frontera entre las dos Coreas -el área de seguridad compartida a la que se refiere el título- se produce un suceso oscuro en el que un oficial del norte es abatido. De la investigación se encargará una joven del ejército suizo con antepasados coreanos que finalmente llegará a conocer la verdad, una verdad que se nos va contando con cuentagotas al principio pero que no tarda en mostrársenos con toda su trágica belleza. Se trata de un alegato encendido y entusiasta -aunque pesimista- a favor de la unificación de un país dividido en dos zonas en las que hermanos de una misma sangre, una misma cultura y una misma historia viven desconfiando los unos de los otros en permanente enemistad. Como siempre, la música es excepcional y las actuaciones convincentes. Si tenéis ocasión, vedla.
miércoles, 23 de julio de 2008
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