jueves, 5 de agosto de 2021

Old (2021)


Pues sí, pese a las malas críticas que había leído, he ido a ver Old, la última película producida, escrita y dirigida por M. Night Shyamalan adaptando libremente un cómic de Pierre-Oscar Lévy y Frederic Peeters. La mayoría de las opiniones negativas eran para el guión pero también es cierto que no todas las críticas dejaban mal a la película. Aún recuerdo la vez que convencí a unos colegas para ir a ver el estreno de El bosque y cómo salí del cine más que satisfecho. Por contra, la sarta de improperios que me dedicaron mis amigos –que años después siguen recordándome como un despropósito aquella tarde– me demostraron que para gustos, los colores. Así que, siendo consciente de que con Shyamalan raramente hay un término medio –o se aman sus trabajos o se odian furibundamente–, he decidido que pesaba más en mi ánimo la voluntad de ver una historia que me atrapó con el tráiler que hace tiempo que corre por las pantallas que la opinión de parte de la crítica y –como os he dicho– he acabado viéndola. 
 

Protagonizada por el mexicano Gael García Bernal, la luxemburguesa Vicky Krieps, la neozelandesa Thomasin McKenzie, el mismo Shyamalan o el británico Rufus Sewell entre otros intérpretes de un reparto de lo más internacional, el punto de partida es sencillo. La historia que cuenta Old comienza con una familia que inicia sus vacaciones en un resort de un lugar paradisíaco y deciden pasar su primer día en una recóndita playa de excepcional belleza. Sin embargo, al poco de estar allí, descubren que –no desvelo nada porque ya se ve en el tráiler– envejecen varios años con cada hora que pasa. Y hasta ahí os puedo contar. Lo que sí os diré es que me ha gustado. Se trata de una película de terror psicológico más que aceptable, con una bonita fotografía, un uso de los colores muy estético y nada casual, interpretaciones correctas aunque la de Krieps me chirría bastante, un estupendo inicio, un desarrollo que en algún momento tiene altibajos pero que mantiene la tensión del espectador y un desenlace que, sin ser un prodigio de inventiva, da respuesta a la razón de lo ocurrido. En fin, creeros las malas críticas o hacedme caso a mi, pero sabed que mi valoración es positiva. Si me preguntáis, os recomiendo que la veáis, sin duda.

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