Nuevo día en Helsinki que dedicamos a visitar la isla de Suomenlinna,
barrio de la capital al que se accede con ferry en pocos minutos y en el que
residen casi mil habitantes ocupando los terrenos de la antigua fortaleza de
Sveaborg, construida por los suecos a mediados del siglo XVIII y que hoy está
declarada como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Uno puede pasarse toda la mañana recorriendo sus senderos y disfrutando de las vistas y de la tranquilidad –ignoro si es debido a las restricciones de movilidad por el COVID19 pero lo cierto es que nos cruzamos con poca gente– que desprenden sus rincones y paisajes marinos, así como de una cerveza bien fresquita. De regreso tomé una fotografía de las piscinas públicas del puerto.
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