Mi reseña de hoy es para Sugar Hill, película dirigida por Paul Maslansky en la que fue –si hacemos caso de IMDb– su única incursión como realizador ya que toda su carrera ha sido como productor, tanto de cine como de televisión, siendo conocido principalmente por ser el responsable de la saga Police Academy. La historia, protagonizada por Marki Bey, Don Pedro Colley, Robert Quarry, Zara Cully o Richard Lawson entre otros intérpretes, nos cuenta como el dueño del Club Haiti –un local nocturno de gran éxito– es asesinado por negarse a vender su negocio a un gángster. Su novia, una fotógrafa de modas llamada Diana Hill a la que apodan Sugar –de ahí el título de la película–, decide vengarse por lo que pide ayuda a Mama Maitresse, una anciana reina vudú que convoca al señor de los muertos para que su ejército de zombies acabe uno por uno con la banda mafiosa. Mientras, el teniente Valentine –antiguo novio de Sugar– investiga las muertes que comienzan a darse en las que las pistas parecen indicar que los culpables... no están vivos.
En fin amiguitos, Sugar Hill es una extraña mezcla de cine de zombies y blackspoitation, tan rara como interesante, cuyo resultado es bastante aceptable. Sin embargo, lo peor de todo es precisamente su protagonista, alrededor de la que está construida la película. Las dotes interpretativas de Marki Bey –cuya carrera en la gran pantalla se límita a cuatro o cnco títulos y que tuvo un discreto paso por varios capítulos de añoradas series televisivas conocidas por todos como Los ángeles de Charlie, Baretta, Starsky y Hutch o Los patrulleros– brillan por su ausencia y evidentemente no tiene el carisma de una Tamara Dobson y no digamos de la icónica Pam Grier, por lo que a Sugar Hill le falta esa chuleria sexy que caracteriza a las personajes del género. Aun así, el resultado final es entretenido y recomendable.
Como bonus, acompaño el tema de los títulos de crédito, ese Supernatural voodoo woman de The Originals (1974-Motown Record Corp.)
Sólo soy un piltrafilla que, poniendo de manifiesto un grave problema de egomanía, me permito opinar de todo cuanto se me pasa por la cabeza sin asumir que a) Lo que escribo no le interesa a nadie más que a mi mismo, y b) En general, no poseo los conocimientos necesarios para discernir sobre los temas que trato. Sin embargo, aquí está mi obra. Consultándola, los amantes del ARTE en cualquiera de sus manifestaciones estaréis de enhorabuena. Así, si mis elucubraciones no os interesan lo más mínimo, al menos podréis explayaros con las imágenes.
Pintura, fotografía, ilustración, coches, cine, música, humor... bienvenidos a la comunidad!
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