Os presento a Remsen Wolff, un fotógrafo norteamericano hijo de una pintora y un profesor de Harvard que se formó en Historia del Arte. Durante años se escondió tras una cámara para defenderse de su agorafobia y de sus conflictos de identidad de género que habían hecho de él una persona solitaria e introvertida. No saldría del armario hasta los cuarenta años, casado ya y padre de dos hijas, dedicándose entonces a retratar a personas trans y drag queens. En una visita a Amsterdam comentó en una tienda de fotografía que buscaba un asistente y el becario no se lo pensó dos veces. Se llamaba Jochem Brouwer y a partir de entonces realizó numerosos viajes entre Amsterdam y Nueva York asistiendo a Wolff. Cuando este falleció a finales de los 90, Brouwer heredó unas 200.000 fotografías de Wolff y se propuso dar a conocer la obra de su mentor, de la que hoy os muestro una pequeña selección.
martes, 25 de agosto de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario