La previsión para ese día era de lluvia intensa por lo que decidimos salir de la ciudad y visitar el pueblo de Roskilde y sus dos joyas, su catedral gótica –la mayor de Dinamarca en donde la mayoría de los soberanos daneses desde la Edad Media hasta la actualidad han sido enterrados– y el Vikingeskibsmuseet, que muestra los barcos vikingos del siglo XI encontrados en el fiordo de Roskilde junto a Skudelev.
Además de los restos originales, en el museo pueden verse las réplicas totalmente funcionales construidas con herramientas, técnicas y materiales de la época. Y como la catedral sólo abría una hora por la tarde y –como puede verse en alguna de las fotografías– está algo alejada del puerto, nos resguardamos de la persistente lluvia para tomar la cerveza del aperitivo y comer un plato de pasta antes de emprender camino de vuelta al centro del pueblo.
Anterior
Anterior
No hay comentarios:
Publicar un comentario