Amiguitos, aquellos que sigáis con cierto interés estas entradas dedicadas a una selección de fotografías que hice en mi reciente paso por Ámsterdam que parecen subvencionadas por su oficina de turismo –que digo yo que alguno habrá al que le llamen la atención, aunque sea en negativo- quizás os preguntéis dónde están las imágenes captadas desde uno de los típicos tours por los canales de la población. Pues bien, aquí las tenéis. Sí piltrafillas, en ocasiones, uno tiene que doblegarse a los deseos de la familia y ceder parte del terreno cultivado durante años de asociabilidad. ¿Y sabéis qué?, en el fondo resultó una experiencia muy relajante y agradable, que fue de perillas para mis maltrechos pies. Así pues, disfrutadlas como hice yo tomándolas.
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