Y me despido por hoy con las fotografías de Hester Scheurwater, una artista formada entre Amsterdam y La Haya que tras estudiar management cultural y arte monumental cogió una cámara y lleva años mostrando su rechazo a la presentación de la mujer como objeto sexual en los medios de información. Claro que, para ello, su obra/denuncia de inspiración feminista consiste en autorretratos sexualmente explícitos. Huye del esteticismo y el erotismo para –según ella- hacer un ejercicio de deconstrucción. No sé qué deciros, los artistas son extraños en sus planteamientos.
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