sábado, 20 de abril de 2013

Insights Discovery


Piltrafillas míos, en estos tiempos en los que términos como networking, briefing, job description o coaching forman parte de mi vocabulario laboral –a mi edad, amigos, resistiéndome aún a tener teléfono móvil- resulta que Jung también ha llegado a mi vida. Sí amiguitos, ese oscuro padre del psicoanálisis que quedó eclipsado por la figura de Freud por los siglos de los siglos, sólo conocido por estudiantes del ramo hasta que hace un par de años Cronenberg dirigió A dangerous method. Y yo me pregunto, ¿fue el estreno de esta cinta una casualidad o las oscuras manos de la empresa Insights están detrás de todo ello? Lo sé, estáis empezando a pensar que soy como el puto Mel Gibson en Conspiracy Theory, viendo fantasmas donde no los hay. Y quizás tengáis razón, pero es que hace años nadie se preocupaba por la memoria del pobre Carl y ahora todos los responsables de equipos están empeñados en contar las bondades del sistema Insights Discovery, una herramienta basada en las ideas de Jung que es algo así como el intérprete que debe ayudarnos en nuestras relaciones laborales. Y no digo yo que no vaya a servirme –al contrario-, pero a lo mejor habrá a quien no le guste que sus esquemas mentales, sus pautas de comportamiento íntimo, queden al descubierto por mucho que puedan proporcionar a la empresa un código de comunicación personal con él. También puede ser que a mi no me venga en gana constatar lo imbécil que es alguien ni poner de mi parte para entablar una comunicación que a la empresa quizás le beneficie, pero que no me sale de los cojones fomentar. En fin, que me encuentro ilusionado –en serio- ante una nueva etapa de aprendizaje en la que inicio un proceso de formación en la comunicación con equipos que a partir de la semana próxima debe darme claves para comprender mejor a las personas que me rodean y poder relacionarme mejor con estas. Y viendo en la documentación eso del diagrama de colores, no he podido dejar de pensar en Parchís, el grupo infantil no el juego, y las dudas me han asaltado. ¿Fueron esos mozalbetes los primeros ídolos jungianos?, ¿escogían los fans a su “ficha” preferida en función de su Extroversión o Introversión?, ¿es normal que se me ocurran estas cosas?, ¿existe un color alternativo para seres como yo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

...ni puñetera idea de que está hablando, bueno a Parchis si los conozco, me sabía todo su repertorio, jejeje..Yo no haría mucho caso a todas esas patrañas, nos quieren dóciles y amigables para después pegarnos una buena ostia y que encima les demos las gracias!!