domingo, 15 de enero de 2012

Violated angels


Mi segunda reseña es para Violated angels, una cinta japonesa de 1967 –glorioso año por razones que mis habituales seguidores conocéis de sobra- con un inicio precioso, una música que acompaña perfectamente a las imágenes y una fotografía en blanco y negro que otorga al conjunto cierta poesía pese a lo oscuro de su argumento, ya que la película estaba inspirada en un suceso que tuvo lugar en Chicago un año antes de su estreno, cuando un degenerado violó y asesinó a las enfermeras de una residencia. La historia de Violated angels se inicia con las enfermeras de una residencia que, excitadas por la imagen de dos de sus compañeras manteniendo una relación lésbica, invitan a entrar en la casa a un joven que merodeaba por el jardín, quien al ver la escena que las chicas le muestran, reacciona violentamente disparando a una de las amantes.


A partir de ese punto, Violated angels se convierte en el vehículo para mostrar –con un gusto estético exquisito, algo que es siempre cuestión de debate a la hora de mostrar la violencia- las vejaciones a las que el asesino somete a las enfermeras antes de quitarles la vida. Piltrafillas, en poco menos de una hora veremos como sin razón aparente, ese joven cuya presencia en la residencia parecía fortuita se dedica a torturar a las jóvenes enfermeras. Poco antes de finalizar la cinta, la fotografía en color nos permitirá advertir lo cruento del episodio que ha tenido lugar y el realizador nos dejará atisbar las claves que han llevado a ese asesino a cometer los actos que ha llevado a cabo. Claro que el final nos deja otra vez totalmente desorientados. En fin amiguitos, una muestra de poesía bizarra violenta y sensual, bella y extraña a la vez que espero que guste a los valientes que se atrevan a disfrutarla.

3 comentarios:

ÁNGEL dijo...

¡Qué cantidad de tomate destrozado! Jaja... ¡pero si parece una peli de Buñuel, digo de Buñol!
Salus, troncomóvil.

King Piltrafilla dijo...

Violated tomatinas.

Lai dijo...

violated eyes