domingo, 22 de enero de 2012

Los ojos azules de la muñeca rota


Comienzo mis reseñas de hoy con Los ojos azules de la muñeca rota, largo y enigmático título de una cinta española dirigida por Carlos Aured –otro de los realizadores que ya han pasado por este blog- y protagonizada por Paul Naschy y Diana Loris –o lo que es lo mismo, Jacinto Molina y Ana María Cazorla- entre otras primerísimas estrellas de la escena española, como Eva León. Ruego captéis mi sarcasmo. Pues bien, la historia que nos cuenta esta cinta estrenada en 1973 es la de un desconocido que llega a un pueblecito francés –en realidad se rodó en Torrelodones y Navacerrada- buscando trabajo y es empleado por tres hermanas que viven solas –una de ellas tiene un brazo herido por horribles quemaduras y otra está en una silla de ruedas- en una casa vieja y grande a las afueras de la localidad con el objecto de que se ocupe del jardín, de los animales y de los trabajos propios de la vivienda. El hombre –cuya cara le es familiar al gendarme del pueblo- tiene unas extrañas visiones en las que se ve estrangulando a una mujer. Y mientras Nicole –la otra hermana- se dedica a seducir a nuestro amigo misterioso –que sigue atormentado por angustiosas visiones-, a la casona llega una extraña enfermera cuya aparente misión será ayudar a la hermana impedida en ese ambiente enrarecido por los celos fratricidas. Mientras, en la zona comienzan a producirse violentas muertes de mujeres en las que el asesino arranca los ojos a sus víctimas.


Pues la verdad amiguitos es que tengo que recomendaros la visión de esta Los ojos azules de la muñeca rota ya que pese a la interpretación de algunos de los protagonistas -Naschy es pecisamente el que menos me ha gustado de todo el reparto- y despropósitos como las escenas de los asesinatos, con esa sangre roja brillante tan irreal y esos planos en los que se ve más la trampa que el cartón, lo cierto es que la historia está tan bien resuelta que las pistas que el realizador ofrece son bastante engañosas y no ayudan a imaginar la identidad del asesino o asesina, algo que siempre es de agradecer. Por otra parte, la ambientación es bastante buena, los decorados son de calidad –no de cartón piedra- y resulta simpático tener en papeles secundarios a figuras –aquí no hago broma- de la talla de Pilar Bardem o Luis Ciges. En fin, una sorpresa de película, una especie de giallo hispano que en mi opinión goza de una calidad más que aceptable y que hará las delicias de los amantes del género.

1 comentario:

Lai dijo...

¿delicias del genero dice? @_@