Y de nuevo regreso al cine asiático, esta vez de mano del coreano Bong Joon-ho, el autor de Crónicas de un asesino en serie, una cinta que obtuvo la Concha de Plata en la edición de 2003 del Festival de Cine de San Sebastián. La historia cuenta como hace más de veinte años, en plena dictadura militar en Corea del Sur, comienzan a aparecer cadáveres de jovencitas que han sido violadas en los arrozales de un pueblo que, definitivamente, no tiene un cuerpo de Policía con suficiente experiencia como para resolver ese tipo de casos.
Así amiguitos míos, en poco más de dos horas de metraje, se nos muestra el lento avance de las investigaciones del grupo formado por un violento agente acostumbrado a sonsacar confesiones a golpes, un concienzudo aunque sobrepasado por los acontecimientos detective que tampoco duda en amañar algunas pruebas y un inspector con estudios universitarios que proviene de la capital. El inicio es de una fotografía preciosa, casi se puede sentir el sol en la cara, la actuación de los actores –todos- más que lograda y el desarrollo sin muchos altibajos. No desvelo nada –de hecho la película comienza con una voz en off que así lo indica- si os digo que el caso resultó inconcluso, pero el quid es que al final os preguntéis si creéis que sabéis quien es el asesino. Cuando parece que se ha acabado la película, Bong Joon-ho nos regala una devastadora escena a modo de epílogo. Recomendada piltrafillas.
Así amiguitos míos, en poco más de dos horas de metraje, se nos muestra el lento avance de las investigaciones del grupo formado por un violento agente acostumbrado a sonsacar confesiones a golpes, un concienzudo aunque sobrepasado por los acontecimientos detective que tampoco duda en amañar algunas pruebas y un inspector con estudios universitarios que proviene de la capital. El inicio es de una fotografía preciosa, casi se puede sentir el sol en la cara, la actuación de los actores –todos- más que lograda y el desarrollo sin muchos altibajos. No desvelo nada –de hecho la película comienza con una voz en off que así lo indica- si os digo que el caso resultó inconcluso, pero el quid es que al final os preguntéis si creéis que sabéis quien es el asesino. Cuando parece que se ha acabado la película, Bong Joon-ho nos regala una devastadora escena a modo de epílogo. Recomendada piltrafillas.
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