Una vez, el primer ministro de la Unión Soviética y primer secretario del Partido Comunista, Nikita Krushev, afirmó sobre la violenta muerte de su homólogo John F. Kennedy que pocas cosas hubiesen cambiado en el mundo si le hubieran asesinado a él en lugar del presidente de los Estados Unidos. Excepto una -puntualizó con sorna-, que Aristóteles Onassis nunca se hubiese casado con su viuda. En las fotos podéis apreciar las diferencias entre una Jackie criada en la alta sociedad de Nueva York, y la tosquedad de la campesina Nina Petrovna. Aún no siendo ninguna de las dos mi tipo de mujer, de ser Onassis yo tampoco hubiese tenido dudas.
viernes, 25 de julio de 2008
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1 comentario:
de ser Onassis yo tampoco hubiese tenido dudas.
-¡Ahí le has dao macho!
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