No amiguitos, estas no son algunas de las imágenes manipuladas o fotomontajes que incluyo en este espacio con la etiqueta de chorradas. Siendo un enamorado del arte visual y de la música, podéis adivinar lo mucho que me han atraído siempre las portadas, yo era de aquellos que se compraban discos -sí, aquellas cosas negras y grandes, de vinilo, con dos caras- y mientras efectuaban la primera escucha de la obra miraban y remiraban la portada de la cubierta. Bueno, lo cierto es que miraba la portada, la funda, la lista de agradecimientos, el nombre de los técnicos de sonido...., pero ese es otro tema.
Lo cierto es que el tamaño de las portadas era propicio para que en una misma obra artística se aunasen el arte visual con el musical del contenido. Con la llegada del CD -y ahora con los Mp3 ya no digamos- se fue perdiendo un poco esa necesidad que algunos creadores tenían de ofrecer un envoltorio visual de calidad para sus canciones. Pero todo eso carece de importancia cuando nos encontramos con artistas -o directores de imagen- que ya no sé si es que tenían mal gusto, les era todo igual o simplemente se dedicaban a diseñar a sabiendas la peor portada de la que eran capaces.
Lo cierto es que el tamaño de las portadas era propicio para que en una misma obra artística se aunasen el arte visual con el musical del contenido. Con la llegada del CD -y ahora con los Mp3 ya no digamos- se fue perdiendo un poco esa necesidad que algunos creadores tenían de ofrecer un envoltorio visual de calidad para sus canciones. Pero todo eso carece de importancia cuando nos encontramos con artistas -o directores de imagen- que ya no sé si es que tenían mal gusto, les era todo igual o simplemente se dedicaban a diseñar a sabiendas la peor portada de la que eran capaces.
Veréis, había pensado en abrir un nuevo espacio dedicado a las peores portadas de la historia o a las más raras... pero me he dado cuanta de que en lugar de un apartado hubiese necesitado un blog entero nuevo, y resulta que ya hay quien se ha dedicado a hacerlas. Por ello me limitaré a poner de manifiesto a) mi interés por el mundo de las portadas de discos y b) lo inútiles que han sido algunos al echar a perder la oportunidad de dejarle a las generaciones venideras algo bello y digno.
Claro que a lo mejor el equivocado soy yo, porque sí, mucho criticar, pero precisamente por ser así de penosas y patéticas os muestro tres portadas horrorosas -y no otras mucho más dignas de ser recordadas- que deben servir de ilustración a mis palabras.
Claro que a lo mejor el equivocado soy yo, porque sí, mucho criticar, pero precisamente por ser así de penosas y patéticas os muestro tres portadas horrorosas -y no otras mucho más dignas de ser recordadas- que deben servir de ilustración a mis palabras.
De abajo a arriba tenemos a Millie Jackson, con las bragas por los tobillos y a punto de tirarnos un zapato en su obra De vuelta al asiento (se supone que del inodoro). El siguiente es el tal Pooh-Man, con una portada que -partiendo de una misma idea- podía haber sido mucho más sugerente y elaborada. El diseño tipográfico, además, es horroroso. Y por último -una de las más bizarras que he visto en mi vida- me refiero a la de un disco de Richard & Willie grabado por un ventrílocuo que aparece en la portada junto a sus muñecos... ¡mientras le hacen una felación! Todas ellas horrorosas ¿a que sí?
1 comentario:
Pues le animo a seguir en el empeño de mostrarnos estas horrostupendas portadas, con su correspondiente y ácido comentario.
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