domingo, 20 de julio de 2008

Hitler Puppe



He descubierto hace poco –y si resulta que ya lo sabía, no me acordaba de ello- que la muñeca hinchable... ¡es un invento de Adolf Hitler! Bueno, de él mismo no, pero sí de unos inventores a los que encargó algo que pudiese llevar encima la tropa –poco espacio y poco peso- y sirviese para el desfogue sexual.
La idea, contrariamente a lo que en un principio pudiese parecer, no nacía ni para tener a los soldados contentos ni para evitar que se encamasen con cualquier pelandusca –con el riesgo de contraer enfermedades poco dignas- de los territorios ocupados. No piltrafillas, lo que el führer quería evitar es que sus hombres dejasen embarazadas a su paso y mezclasen su sangre con la de las jóvenes impuras –o sea, no arias- con las que aliviasen sus pulsiones. Y me he enterado de que la Armada japonesa utilizó también a muñecas de ese tipo, aunque en ese caso el objetivo sí era sofocar la tensión sexual de grupos de hombres encerrados en los submarinos imperiales.
Así amiguitos he conocido el origen de esas muñecas hinchables por aire que nos vienen a la cabeza, de brazos abiertos, boca redonda y profunda y confeccionadas en un material parecido al de los flotadores de playa. Sin embargo, investigando, me he sorprendido al descubrir que existen muñecas –mal llamadas hinchables- que están fabricadas con silicona, son flexibles y tienen rasgos realistas. Al parecer están hechas en los Estados Unidos o Japón, y son carísimas. Os acompaño una imagen para que veáis hasta donde hemos llegado –la humanidad me refiero- en este campo. No me digáis que no son preciosas. Incluso os diría que dan ganas de....., en fin amiguitos, que la muñeca hinchable la inventó Hitler.

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