Amiguitos, y ya que hablo de cine bélico, os anuncio que el otro día vi John Rambo, la cuarta de las películas de la serie de este personaje de los 80 que -lo mismo que con Rocky Balboa- su creador, Sylvester Stallone, se ha propuesto recuperar para el cine. Lo cierto es que me ha gustado. Evidentemente, no hay que buscar en ella ni un argumento original, ni unos diálogos shakespearianos... pero si lo que se quiere es pasar un buen rato mirando una típica película de acción, John Rambo es una buena elección.
La cinta tiene algunos momentos en los que no pasa nada y se hacen algo pesados, pero por contra, en las escenas de batalla -extremadamente violentas e incluso gore- la adrenalina, la hemoglobina y las vísceras copan la pantalla. No sé si me pasa como cuando veo el vestuario de alguno grupos de hard rock de los 70 y 80 y lejos de sentir vergüenza ajena sonrío henchido de nostalgia al pensar que crecí con ellos. Quizás sólo sea eso lo que me nuble el conocimiento y me haga parecer simpática una película como esta, pero no me importa en absoluto.
Si no la habéis visto aún, hacedlo. Por lo menos en esta ocasión -y es de agradecer- Stallone ha despojado el guión de moralejas políticas.
La cinta tiene algunos momentos en los que no pasa nada y se hacen algo pesados, pero por contra, en las escenas de batalla -extremadamente violentas e incluso gore- la adrenalina, la hemoglobina y las vísceras copan la pantalla. No sé si me pasa como cuando veo el vestuario de alguno grupos de hard rock de los 70 y 80 y lejos de sentir vergüenza ajena sonrío henchido de nostalgia al pensar que crecí con ellos. Quizás sólo sea eso lo que me nuble el conocimiento y me haga parecer simpática una película como esta, pero no me importa en absoluto.
Si no la habéis visto aún, hacedlo. Por lo menos en esta ocasión -y es de agradecer- Stallone ha despojado el guión de moralejas políticas.
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