Bueno amiguitos, despues de dedicar algo del espacio de este blog humilde al cine español, prosigo con Ichi, the killer -así, con el título en inglés aunque la película es japonesa y está doblada al español-, una bizarra película de yakuzas en la que la historia de un delincuente sadomasoquista de mucho cuidado que busca a su jefe nos sirve para conocer a Ichi -Uno en japonés-, el asesino sui generis del título, un tipo al que hay que echar a comer aparte, un torturado ser al que persigue un sentimiento de culpa que le ha traumatizado.
El hombre es como una especie de superhéroe vengador, pero de esos que oyen voces que le ordenan matar. Claro que, en este caso, las voces son reales y la realidad que le atormenta quizás no es lo que parece. Pero, no temáis piltrafillas, no os contaré nada más por si decidís verla. Tortura, sangre a raudales, sexo, hierros que penetran en la carne, pómulos destrozados a puñetazos..., en fin, el repelente y a su vez atractivo universo del conocido Takashi Miike. ¿Mi valoración?, digamos que es distraída y amena. Además, parte de la acción transcurre en Shinjûku, barrio en el que me alojé en las dos ocasiones en las que visité Tokyo por lo que existe cierto componente sentimental que no puedo alejar de mi. Ya me contaréis.
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