Amigos del vinilo, regresa a este blog el gran Sammy Hagar. Lo cierto es que, sobre todo gracias a un servidor –y al amigo Manu en menor medida–, no puede decirse que al rubio californiano no le hayamos dedicado espacio por estos lares, sea en su etapa ochentera en solitario o como integrante de Montrose, HSAS, Chickenfoot o Van Halen. Sin embargo, faltaba un documento de su etapa setentera. Pues bien, inauguro las entradas dedicadas a vinilos comprados en Generation records de Nueva York –en Thompson, entre la 3ª y Bleecker, por si alguien quiere pasarse por allí– con esta joyita con fantástica portada de Hipgnosis y contenido igual de reivindicable. Me refiero a su disco homónimo y segundo en su carrera como solista.
Producido por John Carter en los londinenses Abbey Road y en The Record Plant de Los Angeles, la formación contó con Sammy a las voces y guitarra, Bill Church al bajo, David Lewark a la guitarra, Scott Mathews a la batería y Alan Fitzgerald –antiguo integrante de Montrose, como Hagar, y futuro miembro de Night Ranger– a los teclados. Los arreglos de cuerda y metales corrieron a cargo de Andrew Powell.
El track list es el siguiente:
A
Red
Catch the wind
Cruisin’ and boozin’
Free money
Rock & Roll weekend
B
Filmore shuffle
Hungry
The pits
Love has found me
Little star/Eclipse
Comienza el disco con Red, un temazo de hard rock setentero, directo, aunque vestido con unos teclados con mucho gusto que en algunos momentos le dan un ambiente pseudopsicodélico. De hecho, tanto la portada como la canción sirvieron para dar el nombre oficioso al álbum y denominar al vocalista, The red album y Red rocker, respectivamente. Pero se trata de un inicio engañoso porque si esperáis una obra cañera, hardrockera y festiva no la vais a encontrar aquí. Y es que este elepé no es como su primer trabajo en solitario. La prueba está en el siguiente tema, un Catch the wind que es como un viejo soul intimista a lo These arms of mine de Otis Redding, con pinceladas de teclados y un solo estupendo. Original del escocés Donovan, con un sonido más folk, Hagar lo americaniza y lleva a su terreno de una manera soberbia. Sigue Cruisin’ & boozin’ con más ritmo y que recuerda un poco a los UFO de Phenomenon. Más rock directo con un estribillo pegadizo. Sin embargo, Free money –de Patti Smith y Lenny Kaye– es otro tema lento en el que la voz de Sam, con un tono a lo Robert Plant, se arropa por arreglos de orquestación y piano, cogiendo ritmo a mitad de canción. La encuentro muy zeppeliniana, alejándose un poco de la original. Y Rock & Roll weekend trae de nuevo ese ritmillo hardrockero setentero –tan diferente al de la década posterior– con un estribillo que me trae recuerdos del All the way from memphis de Mott the hopple.
Pasamos a la cara B y Filmore shuffle –tema compuesto por Bruce Stephens– vuelve a traernos sonidos otisreddingianos, esta vez más en la vertiente R&B, a lo Love Man. Hungry –que Barry Mann y Cynthia Well compusieron para Paul Revere and the Raiders– sigue la senda del sonido general del álbum, una mezcla de hard rock, blues y soul, aunque aquí con alegría y ritmo, menos intimista. Igual pasa con The pits, con esos arreglos de viento que la hacen parecer aún más R&B. Le sigue la hardrockera Love has found me, cañera y de mis preferidas junto a la primera del álbum y la que lo cierra, esa preciosidad titulada Little star, entre espacial y hardrockera, con una coda final titulada Eclipse, tan sencilla como hipnotizante.
En resumen, una gema sin pulir del todo en la discografía de Hagar, sin la madurez de discos posteriores ya con un estilo propio, pero que permite ver de donde bebía la inspiración de este tipo alegre y afable que –todo sea dicho– me cae muy bien.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
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