Una rata en la obscuridad

Y ya que estamos en el mundo del cine erótico, vamos a un exponente aún más casposo y vintage con esta cinta mexicana de 1979. Así pues, a los sones de música prog rock comienza Una rata en la obscuridad –así con b, todo un arcaísmo en español pero que en países como México, si no en el lenguaje hablado, sigue utilizándose en el escrito-, una película escrita y dirigida por Alfredo Salazar y protagonizada por Ana Luisa Peluffo y Anaís de Melo, actrices que a mi me son del todo desconocidas. La historia nos cuenta como dos hermanas compran una enorme mansión sin instalación eléctrica por la que campa una gorda y repulsiva rata negra. Sonia, la pequeña, es pintora y Josefina da clases de literatura en un instituto. La pequeña tiene a la mayor como una madre desde que aquella falleció y le pregunta a esta –mientras se deja hacer un masaje medio desnuda- si no se ha casado para poder estar siempre a su cuidado. La hermana le dice que no, que si no lo ha hecho ha sido porque no ha querido y que su ilusión es que su hermanita encuentre a alguien y forme una familia. El fantasma del incesto planea sobre la situación, amiguitos. Total, que entonces vemos que Sonia esta obsesionada por un retrato que cuelga en una de las estancias y que corresponde a una bella mujer de largos cabellos morenos. Además, percibe vibraciones extrañas en la casa. Y la verdad es que parte de razón tiene porque una figura femenina se aparece por la noche en su alcoba o la observa mientras toma el sol en –por supuesto- topless. Pero el pálpito se hace realidad cuando la misteriosa mujer se presenta en su cama para tener relaciones con ella en presencia de la rata del título. 

Y los fenómenos paranormales no acabarán ahí. De pronto, en la casa comenzarán a producirse temblores sin explicación en presencia de Josefina que oirá lamentos sin explicación e incluso será atacada por una presencia que parece ocupar la mansión entera. ¿Acaso el espíritu que posee sexualmente a Sonia quiere eliminarla como competidora sentimental? Lo cierto es que la hermana pequeña, conforme pasa el tiempo, se distancia cada vez mas de su hermana mayor, obsesionándose enfermizamente con el retrato de la joven desconocida, lo que la llevará incluso a intentar asesinar a Josefina. Amiguitos, Una rata en la obscuridad es una películilla de terror erótico -con mansión abandonada en lugar de castillo- de las que el cine europeo de los 70 está lleno. Sin embargo, el desenlace es chapucero, siendo original e interesante hasta cierto punto pero haciendo innecesario el toque sobrenatural que se ha dado a la historia y que –visto el final- no se explica de ninguna manera. No obstante piltrafillas, tampoco es para sentirse defraudados. Ya sabíamos que no estábamos ante una película de Billy Wilder o John Ford sino de un realizador entre cuyos títulos encontramos Bikinis y rock. En resumen, cine cutre y friki del bueno, entretenido, recomendable y para consumir con una cervecita –o dos- a mano.