Betibú

Vaya por delante que me parece una soberana falta de respeto y de una memez supina la nefasta idea que tuvieron –a saber si la productora Haddock Films o su distribuidora en nuestro país- de modificar el cartel español de la película y cambiar la foto del fantástico Daniel Fanego por la de José Coronado. También os diré que el título –efectivamente, relacionado con el personaje creado por Max Fleischer- tiene muy poco que ver con el argumento de la cinta y es más un intento de darle a esta un nombre atractivo que otra cosa. Por último, os aviso de que –tras esperar durante toda la pélicula a que se nos cuente el misterio que se esconde tras el crimen inicial-, el desenlace de la historia es más bien poco satisfactorio, dejando más preguntas en el aire que antes. Pese a todo, la argentina Betibú me ha parecido muy entretenida, con interpretaciones más que aceptables –sobre todo en el caso del mencionado Fanego, de ahí que aún me moleste más la maniobra que os he contado- y una fotografía de Rodolfo Pulpeiro logradísima. 

Dirigida y escrita por Miguel Cohan sobre una novela de Claudia Piñeiro –de quien también se llevó al cine su Las viudas de los jueves-, Betibú nos cuenta cómo después de que aparezca asesinado en su casa de una urbanización privada el adinerado Pedro Chazarreta, el periódico El Tribuno contrata a la novelista Nurit Iscar para que se instale en una de las mansiones del barrio y escriba sus crónicas desde el entorno en el que se ha producido el crimen, del que de momento no hay pistas. A la recién llegada la acompañarán en sus pesquisas el veterano redactor de la sección policial Jaime Brena y el joven que Lorenzo Rinaldi –director del periódico- ha contratado para sustituirle, Mariano Saravia. Los tres se verán envueltos en una trama de asesinatos con un nexo en común que pondrá sus vidas en peligro. En fin amiguitos, uno de esos títulos que rebosan de calidad estética y formal, que uno disfruta viendo pero que al final –al menos ha sido mi caso- te dejan insatisfecho. Vedla y decidid.