domingo, 18 de mayo de 2014

Holy Ghost People


Os voy a comentar ahora mi visión de Holy Ghost People, una película irregular, de aquellas que distraen pero que cuando acaban uno no sabe si se lo ha pasado bien o ha perdido el tiempo. Dirigida por Mitchell Altieri, guionista y realizador norteamericano que hasta el momento formaba parte del tándem creativo The Butcher Brothers junto a Phil Flores –en realidad, este también firma el guión y coproduce el film- y que nos ofrece esta historia de sectas pseudocatólicas en los bosques de una América profunda al margen de la sociedad. No es un thriller, no es de terror, no es gore... ¿es acaso un simple telefilme de sábado por la tarde? Pues sí piltrafillas, pese a entretener, está más cerca de eso que de una gran película del género. La historia comienza con Charlotte, una camarera que recoge de un aparcamiento a Wayne, ex-Marine veterano de Afganistán y alcohólico al que han dado una paliza. Al día siguiente, Charlotte le ofrece dinero para que la lleve hasta Sugar Mountain para encontrar a su hermana Liz. La joven no ve a su hermana desde hace años pero no hace mucho que ha recibido una carta de su parte diciéndole que está en una iglesia en ese lugar y quiere regresar a casa. 


Cuando Wayne y Charlotte llegan a un lugar llamado la Iglesia de la Unanimidad, una especie de comuna apartada en donde un enigmático reverendo llamado Hermano Billy promulga la adoración del Espíritu Santo a través del contacto con serpientes de cascabel. El ex-soldado se entera de que Charlotte pretende que ambos se infiltren en la congregación. Enfadado porque ella no se lo había comentado, coge el coche y se va. Sin embargo, algo le hace regresar. Al principio se muestra escéptico con lo que allí ocurre, pero luego comienza a dudar. El Hermano Billy parece sincero. Pero ¿dice la verdad? Entonces Charlotte encuentra en un cajón de la cabaña del reverendo una foto de su hermana. Cuando Wayne le pide explicaciones a Billy, este le cuenta que se trata de su esposa, a la que tuvo que echar de la comunidad a causa de su adicción a las drogas. Total amiguitos, que como os he dicho, Holy Ghost People es distraída aunque se trata de una cinta menor que no profundiza ni en las motivaciones del Hermano Billy, ni en la razón por la que sus acólitos le siguen, ni en nada. Así pues, si encontráis algo mejor, vedlo. Si no, siempre será mejor esta que una de esas de adolescentes desaparecidas o relaciones sentimentales tortuosas que comienzan con eso de “basado en hechos reales”. 

A modo de bonus, os acompaño la grabación de Sugar Mountain, de Neil Young, la canción preferida del Hermano Billy.

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