Y ahora le toca al serbio Giorgio Gruizza, alguien que –según su propia página web- jugando con la luz y las sombras, crea fotografías fuertes, provocativas, esculturales que combinadas con la energía y fuerte sexualidad que desprenden sus modelos, dan como resultado algo parecido a una pintura con luz. En fin, propaganda barata y palabras vacías. Lo mejor, cuando hablamos de un arte visual, es mirar la obra. Querer transmitir en palabras lo que representa es –a mi modo de ver- inútil a la par que una estupidez.
sábado, 26 de julio de 2008
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