Viendo la importancia innegable que las religiones tienen y han tenido en la historia y desarrollo de las diferentes culturas y sociedades de este mundo (desde el culto a la Madre Tierra hasta el fundamentalismo islámico, pasando por las Cruzadas cristianas o el budismo), lo que aún no me entra en la cabeza es como todavía no sea obligatoria la asignatura de Religión -afrontada como análisis comparativo en la historia- en los colegios.
En lugar de eso, todavía estamos a vueltas con algo que, después de tantos años bajo el manto de la tan cacareada Constitución, sigue dando que hablar. Pero, a ver piltrafillas, ¿no habíamos quedado en que España era un Estado laico y con libertad de culto? Ya está bien de que en nuestro país, con los votos de la derecha y el beneplácito de la izquierda, se le continúe dando a la Iglesia Católica un trato de favor diferenciado. Basta ya de inculcar el Catecismo con los impuestos de todos.
Sin embargo, no veo yo que se esté por la labor de proporcionar a nuestra cada vez más ignorante juventud -quizás es que me hago mayor, pero yo cada día los veo más lerdos en general- una base de conocimientos religiosos que les ayude a obtener las claves básicas de lo que hoy día nos ocurre. ¿Saben ellos que la gran mayoría de tradiciones cristianas provienen de antiguos cultos adaptados?, ¿saben quien fue Mahoma?, ¿les suena el término Cristiano Maronita? En fin, que no sé si me molesta más ver a los Cardenales opinar sobre la homosexualidad -¿ahora es ese un tema espiritual o teológico?-, o la cara de póquer de la mayoría de los jóvenes cuando tienen que contestar según qué preguntas. Total, para lo que la vida les va a dar, quizás ya tienen suficiente con ser unos ignorantes. Amén.
En lugar de eso, todavía estamos a vueltas con algo que, después de tantos años bajo el manto de la tan cacareada Constitución, sigue dando que hablar. Pero, a ver piltrafillas, ¿no habíamos quedado en que España era un Estado laico y con libertad de culto? Ya está bien de que en nuestro país, con los votos de la derecha y el beneplácito de la izquierda, se le continúe dando a la Iglesia Católica un trato de favor diferenciado. Basta ya de inculcar el Catecismo con los impuestos de todos.
Sin embargo, no veo yo que se esté por la labor de proporcionar a nuestra cada vez más ignorante juventud -quizás es que me hago mayor, pero yo cada día los veo más lerdos en general- una base de conocimientos religiosos que les ayude a obtener las claves básicas de lo que hoy día nos ocurre. ¿Saben ellos que la gran mayoría de tradiciones cristianas provienen de antiguos cultos adaptados?, ¿saben quien fue Mahoma?, ¿les suena el término Cristiano Maronita? En fin, que no sé si me molesta más ver a los Cardenales opinar sobre la homosexualidad -¿ahora es ese un tema espiritual o teológico?-, o la cara de póquer de la mayoría de los jóvenes cuando tienen que contestar según qué preguntas. Total, para lo que la vida les va a dar, quizás ya tienen suficiente con ser unos ignorantes. Amén.
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