Sí amiguitos, al igual que en alguna otra ocasión en estas entradas dedicadas al Arte, me vais a permitir que os hable de mi. Hace tiempo os mostré un dibujo -ya os conté que de mediados de los 80 a principios de los 90 me dediqué a crear compulsivamente una gran cantidad de ellos-, también os he enseñado algunas de mis fotografías, de esas que hago con pretensiones artísticas y no como mero recordatorio turístico, y ahora me toca comentaros mi faceta como pintor, que abandoné a mediados de los 90. Al igual que en el caso de los dibujos y las fotografías, no pretendo aparentar lo que no soy. Es decir piltrafillas, que puedo afirmar sin pecar de inmodesto que mi Arte está por encima de la media de mucha gente. Pero, evidentemente, no merecería compartir espacio con el resto de obras que me gusta recomendaros. Sin embargo, la página es mía, razón suficientemente poderosa como para que pueda incluir en ella lo que me salga de las narices, ¿a que sí?Para los curiosos decir que las obras que he seleccionado -óleos sobre cartulina- se titulan El castigo, Der Blaue Engel y Dallas 1:00 p.m.
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