Piltrafillas, os presento a Emily Strange, una chiquilla adolescente producto de la imaginación de Buzz Parker, creada en los años 90 como imagen de una tienda de moda skater que se ha convertido en uno más de esos iconos de la contracultura que comienzan siendo minoritarios -porque nadie les reconoce- y acaban llenando libros, camisetas -Julia Roberts o Britney Spears han lucido ropa con su imagen- y demás merchandising variopinto. En la actualidad, Emily es ya una franquicia con tiendas incluso en Tokyo.
La jovencita, de aspecto gótico -hay quien ve en ella un cruce entre Wednesday Addams y Avril Lavigne-, vive con cuatro gatos (uno de ellos se llama Sabbath, otra conexión con lo gótico) y, por lo que parece, está a punto de ver como se estrena una película de animación basada en su personaje.
Como en todos los casos de diseños de este tipo, no creáis que adquirir ítems de Emily es barato. Nada más lejos de la realidad. Si queréis apuntaros a la fiebre Emily, preparad el monedero. Por cierto, alguien tendría que abofetear al responsable de convertir a Emily en muñeca. No ha quedado muy lograda, la verdad. Pero solo es una opinión personal.
La jovencita, de aspecto gótico -hay quien ve en ella un cruce entre Wednesday Addams y Avril Lavigne-, vive con cuatro gatos (uno de ellos se llama Sabbath, otra conexión con lo gótico) y, por lo que parece, está a punto de ver como se estrena una película de animación basada en su personaje.
Como en todos los casos de diseños de este tipo, no creáis que adquirir ítems de Emily es barato. Nada más lejos de la realidad. Si queréis apuntaros a la fiebre Emily, preparad el monedero. Por cierto, alguien tendría que abofetear al responsable de convertir a Emily en muñeca. No ha quedado muy lograda, la verdad. Pero solo es una opinión personal.
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