sábado, 26 de julio de 2008

Victoria Adams



Piltrafillas, hace ahora unos doce años –exactamente el 8 de Julio de 1996-, un grupo integrado por cinco chicas sacó al mercado su primer single y entró directamente en el número 3 de las listas de éxitos de la Gran Bretaña, desde donde pasó al número 1, lugar en el que llegó a permanecer siete semanas más propiciando su salto al resto de Europa y los Estados Unidos. La canción se titulaba Wannabe y el grupo Spice Girls.


Gracias al enorme éxito de sus dos primeros albumes, las chicas se convierten en las dueñas de la escena pop mundial, con seguidores declarados como el príncipe William de Inglaterra –que disfrutaba de una efervescencia hormonal acorde con su edad- o de su mismísimo padre, el heredero Charles de Inglaterra, quien además de para retozar con su amante Camilla Parker-Bowles, parece que tiene tiempo para fijarse en aquellas mujercitas.
Tras un tercer discreto álbum, el grupo anula una gira mundial y se disuelve, poniéndose de manifiesto las diversas rencillas que se dan en el seno de las Spice Girls. La carrera en solitario y la vida fuera del grupo de Emma Bunton y Melanie Brown han sido escasas en importancia, sabiéndose bastante poco de las dos artistas si exceptuamos la batalla legal que Brown tuvo que mantener con el actor Eddie Murphy para lograr que éste reconociese la paternidad de la criatura que la artista había tenido. El caso de Melanie Chisholm y Geri Halliwell ha sido diferente. Ambas han seguido en el mundo de la música con considerable éxito, aunque sin alcanzar las cotas de megaestrellato del grupo que las dio a conocer.
Pero, si alguna de las chicas picantes ha sabido encarrilar su vida hacia la fama y el éxito –entendiéndose éste como fortuna monetaria-, ésta ha sido Victoria Adams.


La pija de Victoria –pues ese era su apodo en el grupo-, una mediocre bailarina con pésima voz que se casó con el niño mimado del deporte británico –el futbolista y guapo modelo ocasional David Beckham-, supo convertir su matrimonio en una empresa generadora de ganancias a espuertas.
Tan natural como una muñeca de plástico y con fama de superficial, calculadora y tan trepa como parca en cultura, el mantener su estatus económico y social es la única razón por la que sigue casada con un hombre que ha tenido varios y sonados devaneos amoroso-sexuales. Su última aventura ha sido entrar en el glamouroso Hollywood de la mano de su amiga Katie Holmes, esposa de Tom Cruise, con la intención –aarrghhh- de convertirse en actriz.
De momento, la pareja ya hace tiempo que ha posado para un extenso reportaje de Steven Klein en la revista W, asegurándose la entrada en multitud de hogares estadounidenses y una suculenta compensación económica. Y por si todo eso fuera poco, las Spice Girls reformaron el grupo para un tour mundial por el que obtuvieron suculentos beneficios.

En los últimos meses no recuerdo haber oído hablar, ni de Victoria ni de las Spice Girls. ¿Estarán acechando?

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