El Fary

Me acuerdo ahora amiguitos de la figura de El Fary, cantante español fallecido no hace mucho al que el blog del King Piltrafilla estaba obligado a dedicarle un espacio. Se trataba de uno de esos artistas que se habían convertido en ídolos del pueblo (o de una parte de éste, claro). De extracción humilde, sin estudios -aprendió a leer en el servicio militar-, se dedicó a la profesión de taxista -algo de lo que hizo bandera, que digo yo que tampoco hay para tanto- mientras cantaba coplas para los amigos y se grababa sus cintas, que luego vendía en el Rastro madrileño.
Cuando comenzó a hacerse un nombre -o sea, comenzó a salir por televisión haciéndose el simpático y explicando que era taxista y de origen pobre, algo que en este país de pandereta ya te hace ganar adeptos-, dejó de ser taxista y pasó a ser artista.
Y siendo ya cantante de joyas de la canción como Torito Guapo, acabó incluso apareciendo -o mejor dicho, protagonizando- una serie de televisión.
Ahora -desgraciadamente, como a muchos seres humanos- engrosa la lista de aquellos a los que el cáncer se ha llevado. Como es natural, la discográfica tendrá un aumento de ventas gracias a los nostálgicos que se comprarán su CD de grandes éxitos y su imagen y nombre se prodigarán por los programas de televisión, en los que se recordará la simpatía y humildad de este taxista tonadillero. Después, como siempre, caerá en el olvido. O peor, algún programa de "investigación" anunciará a bombo y platillo que tiene datos de algún trapo sucio del artista. Qué le vamos a hacer. Este país es asín.