Este pintor es uno de los que más me gustan. Se trata del valenciano Joaquín Sorolla. Encuadrado en el Impresionismo español, estudió en París y Roma antes de casarse y trasladarse a Madrid, en donde alcanzó cierto prestigio. Luego regresó a París, en donde desarrolló el estilo que le define y que es lo que me encanta de él –el Luminismo-, esa manera en la que supo captar la luz, combinando escenas cotidianas con el paisaje mediterráneo. La pincelada de sus obras hace obvio que se trata de pinturas. Sin embargo, los colores que utiliza dan como resultado lo que muy bien podría ser una fotografía. Al igual que Zuloaga –otro de mis predilectos-, cultivó el retrato con maestría. Sin embargo, amiguitos, para mi Sorolla son mujeres y niños en las playas valencianas.
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