De lo que os voy a hablar, aún teniendo relación con el mundo de la música, es de Arte. Amiguitos, nos encontramos en un momento en el que la mayoría de nosotros tiene gran parte del disco duro de su ordenador ocupado por diversos ficheros mp3 que nos hemos acostumbrado a escuchar mientras realizamos diversas tareas. Hace poco –no es que haya pasado tanto tiempo-, el formato que prevalecía era el CD y algunos de nosotros nos dedicábamos a hojear –cuando lo había- el libreto interior o mirábamos la portada de reducido tamaño a la vez que escuchábamos las canciones.
Pero mucho tiempo atrás existía un soporte de mayor tamaño que propiciaba el que la inmensa mayoría de los de mi generación que amabamos la música –y cuando digo música no me refiero a la basura que vomitaban las radiofórmulas tipo los 40 subnormales- mirasen y manoseasen la cubierta de un Lp de vinilo cuando la aguja del tocadiscos extraía de aquel plástico surcado el sonido de la música. A aquellos que, como yo, vibraban con Deep Purple, Kiss o Black Sabbath mientras releían la cubierta interior del álbum empapándose del nombre de los estudios de grabación o del productor de la obra, y memorizaban cada detalle de la portada del disco, va dedicada esta subjetiva y aleatoria reseña de tres autores de portadas –tres artistas- de los que más me gustaron en su momento.
Pero mucho tiempo atrás existía un soporte de mayor tamaño que propiciaba el que la inmensa mayoría de los de mi generación que amabamos la música –y cuando digo música no me refiero a la basura que vomitaban las radiofórmulas tipo los 40 subnormales- mirasen y manoseasen la cubierta de un Lp de vinilo cuando la aguja del tocadiscos extraía de aquel plástico surcado el sonido de la música. A aquellos que, como yo, vibraban con Deep Purple, Kiss o Black Sabbath mientras releían la cubierta interior del álbum empapándose del nombre de los estudios de grabación o del productor de la obra, y memorizaban cada detalle de la portada del disco, va dedicada esta subjetiva y aleatoria reseña de tres autores de portadas –tres artistas- de los que más me gustaron en su momento.
HIPGNOSIS, un grupo de diseñadores bajo la dirección de Storm Thorgerson, que se especializó en crear carátulas para gente como Pink Floyd, Genesis, Led Zeppelin, Ufo y otras leyendas del rock. En los 80, el grupo se disolvió, pero Thorgerson siguió trabajando, pudiendo verse obras suyas en diversos álbumes de Pink Floyd, Anthrax, Muse o Audioslave entre otros.
JIM FITZPATRICK, un artista irlandés que los amantes del hard rock conocen por ser el habitual portadista de sus paisanos Thin Lizzy, pero que el público en general –aún sin ser consciente- conoce por que es el autor del póster del Che Guevara más vendido, reproducido y copiado de todos los tiempos (1). ¿Tus padres eran progres en los 60 y tenían un póster del Che?, pues seguro que era de Jim Fitzpatrick. Por otro lado –y esa es la razón por la que aparece en este espacio-, ¿Thin Lizzy sacaban nuevo disco?, pues la portada era –en un 90% de las ocasiones- de Jim Fitzpatrick.
Y, por último HUGH SYME, un artista gráfico conocido por la creación de portadas para álbumes de heavy rock. Lo que quizás no sabíais –yo lo he descubierto ahora- es que también es músico e incluso tocó en alguno de los discos de Rush, uno de los grupos para los que acostumbra a trabajar. Podéis ver sus obras en carátulas de los citados Rush, Dream Theater, Iron Maiden, Megadeth, Y&T, Fates Warning y en el excelso disco conjunto de David Coverdale y Jimmy Page.
Quedan en el tintero otros autores de portadas como Stan Watts, Ken Kelly, Fin Costello y tantos otros -sin olvidar a Derek Riggs, que fue a Iron Maiden lo que Fitzpatrick a Thin Lizzy, superándole incluso en identificación portadista/banda- pero es que la lista sería inmensa, y no tenemos todo el día.
(1) Sí piltrafillas, aunque la fotografía original del Che conocida mundialmente es de Alberto Korda Díaz, el artista que la convirtió en ilustración pop fue Fitzpatrick.
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