Cuando hablamos del collage y el Pop Art, a todo el mundo -o al menos a aquellos que conocen algo sobre el tema- le viene a la memoria el nombre de Richard Hamilton. Más tarde, al ampliar la lista, nombran a Rosenquist, Hockney o Warhol. Sin embargo, a pocos se les ocurriría meter en el mismo saco a Josep Renau. Y harán mal. Este valenciano, que después de realizar carteles antifascistas durante la guerra civil española tuvo que exiliarse a México, es todo un referente en el cartelismo y el collage.
A finales de los años sesenta se estableció en Berlín, en donde su obra tomó tal consistencia que hoy en día, más de veinte años después de su muerte, se nos muestra increíblemente actual. Crítico contra el capitalismo, los carteles de este genio visionario -legados en 1978 a la fundación que lleva su nombre, y hoy en día expuestos en el IVAM- parecen hechos ayer mismo. Quizás es que, por desgracia, nada ha cambiado en los últimos cuarenta años.
A finales de los años sesenta se estableció en Berlín, en donde su obra tomó tal consistencia que hoy en día, más de veinte años después de su muerte, se nos muestra increíblemente actual. Crítico contra el capitalismo, los carteles de este genio visionario -legados en 1978 a la fundación que lleva su nombre, y hoy en día expuestos en el IVAM- parecen hechos ayer mismo. Quizás es que, por desgracia, nada ha cambiado en los últimos cuarenta años.
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