Otro joven fotógrafo que quiero recomendaros es Sascha Hüttenhain. El alemán (Siegen, 1973) se ha pasado toda la vida haciendo fotografías de manera amateur, hasta que a los 25 años convirtió su afición en la profesión por la que comienza a ser reconocido. La característica de su obra, su marca de fábrica podríamos decir, es la fotografía de modelos voluptuosas rodeadas de elementos cúbicos o de aristas marcadas –contraponiendo la curva y la suavidad de formas con la rigidez de la línea-, o en escenarios industriales o con edificios en demolición, manifestando la oposición del calor de la vida a la frialdad del metal o la destrucción de los materiales. A mi me gusta, ¿y a vosotros?
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