En Enero de 2004 falleció a los 83 años el fotógrafo Helmut Newton al perder el control de su Cadillac y estrellarse contra un muro tras sufrir –todo parece indicarlo- un ataque al corazón. Pionero en el mundo de la fotografía de moda, había trabajado para Playboy, Vogue y Elle entre otras publicaciones. Y aunque su cámara inmortalizó a celebridades con ropa, y utilizó el color en muchas ocasiones, es con su obra en blanco y negro dedicada a mujeres poco vestidas –en ocasiones llevando únicamente unos zapatos de tacón alto- con la que obtuvo el reconocimiento de la industria. Helmut Neustaedter, judío berlinés que huyó a Singapur en 1938, acabó estableciéndose en Australia en donde abrió estudio y cambió su apellido. Finalmente su residencia estaría en Montecarlo. Y eso que a los quince años, su padre le había amenazado diciéndole que acabaría en la calle y que solo pensaba en chicas y en fotos. Poco sabía el pobre hombre que, ciertamente, su hijo acabaría sus días en la calle –junto a un muro al lado del hotel Chateau Marmont-, pero que su obsesión le habría de proporcionar fama, dinero y el reconocimiento de la crítica mundial. Como anécdota, os diré que mi interés por él no es cosa de hace poco. La carpeta de apuntes que llevé durante 5 años a la universidad a finales de los 80 tenía uno de sus lados forrado con fotos de Ratt, Van Halen y Mötley Crüe, y el otro con fotografías de Helmut Newton. Hard Rock y erotismo. A veces, piltrafillas, pienso que en realidad no he cambiado tanto en todos estos años, algo que no sé si es de alabar o escandalosamente patético.
martes, 22 de julio de 2008
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