Pues sí, piltrafillas, hoy toca comentar la italiana L’assassino è ancora tra noi, una película dirigida y escrita por Camillo Teti que se inspira vagamente en sucesos reales. Protagonizada por Mariangela D’Abbraccio, Giovanni Visentin, Riccardo Parisio Perrotti y Luigi Mezzanotte entre otros, cuenta la historia de Christiana, una estudiante de criminología que está investigando las muertes provocadas por el asesino en serie al que han apodado il mostro di Firenze. A lo largo de su estudio, la joven sufre misteriosas llamadas de teléfono y es acosada por un desconocido. Por otra parte, tanto su director de tesis como su novio Alex, un patólogo forense, parecen empeñados en que abandone sus pesquisas. Tanto es así que Christina acaba sospechando que el asesino quizás sea su novio.
Amiguitos, afrontaba esta L’assassino è ancora tra noi con reparos porque las criticas que había leído la ponían a la altura del betún. Y lo cierto esta película en la que se juntan brochazos de voyeurismo, espiritismo, estética pseudogiallesca, erotismo y gore es bastante mala. Además, las interpretaciones son forzadas, poco naturales y los diálogos verdadera basura. Pese a eso –y a un final que parece producto de una noche de frustración y alcohol al no saber cómo atar los cabos de la trama–, la temática, su estética visual y cierta atmósfera tensa que acompaña todo el metraje me la han hecho entretenida. En resumen, que no pasará a la historia del giallo pero se deja ver. O eso o es que ya estoy peor de lo que pensaba.
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