Amiguitos, cuando en 1989 Mr. Big editaron su homónimo primer álbum, yo ya conocía de lo que eran capaces Billy Sheehan y Paul Gilbert por lo que corrí a hacerme con él. Quizás os hable algún día de ese vinilo en otro lugar... pero ya sabéis que este espacio que amablemente me presta el gran Ángel está consagrado a los cedés, por lo que tocaba escoger otro álbum. Sin embargo, no os hablaré de su segunda obra editada en 1991 –que también poseo- sino del la que sacaron al mercado dos años más tarde y que titularon Bump ahead. En aquellos años no existía internet tal y como ahora la conocemos y –a fuerza de leer revistas especializadas y revolver en las cubetas de las tiendas- uno iba dando forma a su particular discoteca. En esa época no tenía obligaciones familiares y –qué tiempos aquellos- me gastaba el salario en música y cómics. Vamos, que cuando algo me interesaba, lo adquiría y ya está. Pero, cuando visité Japón por segunda vez en el otoño del 93, una de las cosas que se me ocurrió hacer fue comprar algún cedé que fuese diferente a los que podía encontrar en mi ciudad.
De todos es sabido que muchos grupos acostumbran a editar en Japón álbumes con temas extra, lo que siempre ha sido atractivo para los coleccionistas. Hoy día me haría una lista de bandas y dedicaría cierto tiempo a patearme concienzudamente algún establecimiento de Tower Records de los varios que hay por Tokyo o Kyoto –por cierto, donde compré este-, pero por aquel entonces estaba tan desbordado por las sensaciones que ese país alucinante me producía, que sin pensarlo demasiado escogí únicamente este Bump ahead por el tema extra que contenía sin otra razón que la de haber reconocido al grupo. Tenéis que pensar que con posterioridad a este viaje, inicié estudios de japonés, pero en ese momento era incapaz de identificar en las estanterías la ingente cantidad de álbumes que estaban a mi alcance y debía fijarme en los aparadores con los lanzamientos recientes.
Producido por Kevin Elson –habitual de Journey y artífice del sonido the The final countdown-, quien ya había estado tras los controles en su anterior Lean into it, Mr. Big estaba formado en 1993 por los acostumbrados Eric Martin a la voz, Paul Gilbert a las guitarras y coros, Billy Sheehan al bajo y coros y Pat Torpey a la batería y coros. El álbum cuenta con la colaboración de Little John Chrisley –un antiguo niño prodigio del blues- en la harmónica, fue grabado en los Rumbo Recorders y los Fantasy Studios y su portada fue diseñada por Larry Freemantle sobre una foto de Tony Spina.
El álbum se inicia con Colorado bulldog, una cabalgada de hard rock con el bajo de Sheehan como maestro de ceremonias y la guitarra de Gilbert dando color, además de esa batería machacona de Torpey marca de la casa y la gran voz rasgada de Eric Martin. Seguimos con Price you gotta pay –otro tema con el bajo de Billy marcando el camino- y Promise her the moon, un medio tiempo a lo Damn Yankees que aporta el toque baladístico que ya había hecho famosa a la banda en los dos anteriores discos. What’s it gonna be es un tema que no me gusta demasiado –por lo que no me extenderé- y le sigue Wild word, original de Cat Stevens, una canción que he jurado no escuchar nunca más en la vida –como el More than words de Extreme-, al menos en esta versión interpretada por Martin y compañía. Hartito me quedé de escucharla por la radio, en emisoras que no habían escuchado un álbum de Maiden en la vida y se las daban de heavies. Uy, que duro soy, he puesto a Mr. Big... en fin, penoso. Entonces llega Mr. Gone, un tema impresionante por sus preciosos –y precisos- coros y una ejecución instrumental perfecta, otra vez con el omnipresente bajo de Sheehan dando el callo.
Siguen The whole world’s gonna know –la canción que más me gusta de todo el cedé, con un solo alucinante-, Nothing but love –medio tiempo con arreglos de cuerda al principio y coros marca de la casa, una composición de Gilbert en solitario con otro increíble solo-, Temperamental, un tema en el que Mr. Big me recuerdan de nuevo muchísimo a los antes mencionados Extreme –será una fijación que tengo- y una tonadilla acústica titulada Ain’t seen love like that, otra de esas canciones prescindibles que parecen hechas únicamente para ser radiadas en emisoras para beatonas meapilas con agua bendita en las venas. Mr. Big es una versión del tema de Free del que el grupo tomó el nombre –tardaron tres álbumes en homenajearlo- del que he escogido adjuntaros una grabación en directo de la gira de presentación por Japón (quién sabe, a lo mejor yo estaba por allí en ese mismo momento, octubre de 1993).
El cedé finaliza con Long way down, que está muy pero que muy bien y es para coleccionistas, ya que solo consta en la edición nipona, edición que poseo y que además contiene una nota de prensa en japonés con una breve historia de la banda y un artículo sobre el lanzamiento de este álbum, una hoja con las letras de las canciones en japonés y una especie de cartilla para participar en un concurso.
Feliz fin de semana.
©King Piltrafilla
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
3 comentarios:
A mi me suenan a pasado...
¡Coño, son del 93! no se ha arriesgado demasiado en el apelativo, que digamos.
Bien, construyame una catedral gotica y no dejara de remmorar un estilo ajadado, superado...
Publicar un comentario