Creo que ya os he comentado que hace quince años estuve en Japón y, por si fuera poco, al año siguiente regresé. Dediqué gran parte de mi tiempo a patearme Tokyo y Kyoto –en ciudades como Toba o Nara estuve muy poco tiempo-, por lo que pude cruzarme con una gran cantidad de jovencitas. Y creedme, las japonesas guapas las deben crear en laboratorios para hacerlas actuar en el cine o aparecer en revistas masculinas porque las que se ven por la calle, en general, no son nada atractivas. O al menos así era entre el 92 y el 93. Sin embargo, el fotógrafo belga Frank De Mulder –todo un especialista en tomar imágenes cargadas de glamour y erotismo- al parecer ha sabido captar la belleza en la mujer nipona. Habitual de revistas como Playboy, FHM o She, De Mulder no sólo se centra en la parte plástica de la fotografía –escenario, luz...- sino que se implica en la selección de modelos. Y eso se nota.
domingo, 20 de julio de 2008
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