Tras visitar la iglesia de San Bernardino de Siena –por cierto, en sus escalinatas fotografié uno de los buzos del artista Mihas Mishuk que se pueden encontrar en varias ciudades del país– nos dirigimos a las basílicas de San Francisco de Asís y de la Santísima Trinidad, ambas preciosas, la primera de ellas con unas policromías impresionantes.
Después de comer, pasamos de nuevo por Rynek Główny y aprovechamos para entrar en el edificio de la Lonja de los Paños, actualmente un mercadillo con todo tipo de souvenirs, desde artesanía y joyería a peluches, imanes para la nevera o camisetas de Lewandowski.
Y por la calle de San Florián, atravesamos las murallas pasando junto a la Barbacana para dirigirnos a la basílica de San Florián y deambular por los distritos extramuros al norte de la ciudad.
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