Inicio semana con Susan Anderson, una fotógrafa norteamericana que se dedica al retrato y los reportajes de moda y belleza, colaborando con publicaciones como Playboy, Glamour o Los Angeles Times además de realizar exposiciones por todo el país.
En su obra merece especial mención el libro High Glitz de hace poco más de una década, un retrato de los concursos de belleza infantiles tan arraigados en la cultura de los Estados Unidos. Son precisamente las imágenes de ese libro las que me provocan un mayor rechazo pese a la elegancia con la que se tomaron las fotografías y su innegable valor estético. Sin embargo, me resultan muy perturbadoras, mucho más desde que vi un documental sobre el tema en el que quedaba claro lo mal que en la mayoría de casos lo pasaban esas niñas y el comportamiento enfermizo de unas madres que volcaban su frustración con violencia y falta de empatía en unas concursantes muy pequeñas a las que supuestamente deberían amar y proteger. Poses y sonrisas forzadas, tortura psicológica, sexualización temprana y falta de respeto por el prójimo eran características de los “valores” de ese tipo de concursos.
Lo cierto es que no sé si aún se celebran este tipo de certámenes, pero creedme que resultan bastante repulsivos. En fin, que aquí os dejo a Susan y algunos de sus retratos.
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